Equilibrante del PH
Una piel sana tiene un pH de 5,5, con una leve tendencia ácida para proteger la superficie de la epidermis de ciertos microorganismos.
Cuando el manto hidrolipídico se ve afectado, la piel pierde humedad y tiene tendencia a generar infecciones y otros daños que aceleran el envejecimiento de la piel, o patologías como rosácea o dermatitis.
Tener una piel sana está al alcance de todos.