Las primeras líneas de expresión tarde o temprano aparecen, y aun que la genética y el tipo de piel son factores que influyen en su aparición, también lo son la mala irrigación sanguínea de la zona, la tensión muscular y el estilo de vida.

 Detectando el origen de las líneas de expresión sabremos donde actuar y así elegir el tratamiento idóneo para las necesidades de cada piel.
Por este motivo es imprescindible un diagnóstico facial acertado.